La justa

Mateu Flexta es una demostración de que la música de su época (inicios s. XVI) dio algunos frutos excelentes, especialmente en un género que él no solo cultivó, sino que elevó a la máxima categoría: la ensalada. Él, junto con Pere Alberch, son algunos de los mejores exponentes de este repertorio. Como su nombre indica, las ensaladas son obras musicales en que los ingredientes son cuanto más varios mejor. En estas, los compositores se sentían libres de las pautas que ya imponían los incipientes géneros de la música sacra. Cada ensalada narra una historia en que se mezclan de manera desenfadada los elementos sagrados y los más mundanos, respondiendo a la devoción popular. La mezcla de idiomas y de estilos, ritmos y armonías es constante, y cada giro sirve para describir con una pincelada rapidísima personajes y situaciones. 'La justa' narra una batalla imaginaria entre Adam y Lucifer, pero sin ahorrar ningún detalle digno de las películas de superhéroes y una buena dosis de humor. A su lado escucharemos un madrigal de Brudieu sobre un texto de Ausiàs March y dos de Fletxa el Jove (sobrino del primero). Nos servirán de guía para poder ver en qué puntos las ensaladas se alejan de la música «seria» y en qué puntos están próximas. Este danzar continuado sobre la línea roja que se supone que separa los dos ámbitos es uno de los encantos del género.

Cor de Cambra del Palau de la Música Catalana
La Caravaggia
Director: Lluís Coll
Dirección escénica y coreografía: Anna Romaní y Xevi Dorca
Director: Xavier Puig

M. Fletxa “El Vell”: La justa