Bella y Bestia
El ciclo reproductor de la medusa común (‘Aurelia aurita’) es sorprendente. Al principio aparecen los pólipos, terribles depredadores que capturan a sus pequeñas presas con los largos y urticantes tentáculos. Con el paso del tiempo, a los pólipos les comienzan a aparecer unos anillos y se transforman en lo que se conoce con el nombre de ‘estróbilos’. La formación de estos estróbilos constituye uno de los mecanismos de reproducción de esta especie: la reproducción asexual por gemación. Cada pólipo es capaz de dar origen a nuevas medusas sin necesidad de que haya habido intercambio genético, es decir, sin que hayan tenido que intervenir machos y hembras. En el estróbilo se van formando las éfiras, una sobre otra, apiladas como los platos en la alacena, para después convertirse en lo que podríamos llamar las «larvas» de las medusas. A medida que las éfiras van madurando, se liberan del estróbilo y comienzan una vida libre y llena de peligros. Las que logren sobrevivir podrán, tras varios meses de desarrollo y crecimiento, convertirse en las bellas medusas adultas capaces de reiniciar el ciclo reproductivo de la especie. Esta vez sí que será mediante reproducción sexual, es decir, mediante la unión de espermatozoides y óvulos procedentes de unos individuos que actúan como machos y de otros que actúan como hembras.
España, 2022